lunes, 8 de septiembre de 2014

Religión: ¿Qué son los agnósticos?

Todos conocemos las típicas dos posturas que durante milenios, han sido el dolor de cabeza de la humanidad con respecto a la existencia de uno o varios seres supremos que lo gobiernan todo: Llámense "Dios", llámense, Alá, Buda, Yavé, Zeus, Odín, Quetzalcóatl, etc. El debate es interminable, no sólo por la guerra interna de quién es el dios que gana la batalla de " la verdad". Sino el eterno debate entre saber si existe un dios o no. El teísmo y el ateísmo. El creer y el no creer.

El punto es, que si antes pensabas que sólo podían existir una de estas dos posturas, es que estabas equivocado. ¿Cómo es esto posible? ¿Acaso hay algo más que decir: "Si, Dios existe" o decir "No, Dios no existe"?
Pues, de hecho la hay: "No sé si Dios existe" Y a fin de cuentas es una postura muy centrada y menos confrontativa, si lo que queremos es usar la razón.

Tal vez personas radicales puedan molestarse con mi cuestionamiento, unos con la fe y otros por la "lógica humana" que también es muy limitada, pero: ¿les puedo preguntar algo a modo de ejemplo?
Si te pregunto llana y vulgarmente: ¿Cuántas veces al día... caga un pato? ¿Difícil no? ¿Y qué pasa si cuentas las veces, y luego al día siguiente vuelves a contar y te sale otro número?¿Podrías responder mi pregunta sin contar las veces? ¿Adivinarla?
Tal vez adivinarla sí, pero sabes, es eso justo lo que hacemos con "Dios" o el diablo, o suponer. Tener fe en que existe o fe en que no existe, y no hay forma en que podamos saberlo sin morir.(O no saberlo nunca)

El término "Agnóstico" podría ser visualizado desde diferentes perspectivas, es curioso, por que un agnóstico no es agnóstico bajo el manto una serie de reglas o dictámenes, sino más bien puede surgir a partir de la razón y de qué tanta objetividad como seres humanos tengamos. Al menos, es ese mi caso particular.

Ser agnóstico significa estar consciente de que no existe forma de comprobar mediante los medios que tenemos como seres humanos la existencia o inexistencia de un ser divino.

¿Por qué soy agnóstico?
A modo breve explicaré el cómo llegué a este punto...
Durante mi infancia fui uno más de la sociedad común, crecí en una familia católica, al menos hasta los siete años de edad. Todo estaba relativamente bien hasta ese momento.
A partir de los siete, mi madre se hizo evangélica por motivos personales, de allí en delante las cosas no volverían a ser las mismas.

A pesar de mi corta edad pude notar claramente que nunca sentí nada, ninguna devoción, ningún sentimiento especial en aquel contexto; todo lo contrario, aquella nueva relación entre evangelismo y mi madre terminó por arrastrarme a una pesadilla teológica, en la que nada pareció jamás estar sustentado por la razón. Sermones contradictorios, una interpretación bíblica a conveniencia y el enriquecimiento de los líderes religiosos de aquella iglesia a la cual no nombraré terminaron por alejarme de cualquier indicio de religión evangélica a mis apenas 13 años. Fue entonces que lo noté, tuve una perspectiva mucho más general de la religión, no solamente por lo que viví, sino que pude hacer comparaciones, analizar y sacar mis propias conclusiones con el pasar de los años.

Con el tiempo me dediqué a investigar más a profundidad sobre los orígenes de la biblia no en un sentido religioso, sino plenamente investigativo. La gota que derramó el vaso fue cuando el hermano de mi padrastro se convirtió en rabino del judaísmo mesiánico.

Pese a que mantengo una postura desfaborable frente a muchas actitudes del pueblo judío-israelí con respecto a los ataques que realiza contra otras personas, el conocer un poco más sobre las religiones siempre me ha parecido interesante.

Conocí sobre los orígenes de algunas religiones abrahámicas, nada complicado, basta buscar un poco sobre libros de historia verídicos que guardan registros desde el catolicismo, hasta la protestante, pasando por la anglicana, para poder dictaminar que las nuevas religiones nunca han sido inspiración divina, sino todo lo contrario, producto de las contradicciones, insatisfacciones y caprichos humanos.

La pregunta vino luego: ¿Existe un dios?
Aquí entro en un dilema contradictorio de mi vida... Nunca jamás viví, ni experimenté ni he sabido mediante pruebas sustanciales que me demuestren que un dios exista, no creo en milagros por que cada milagro tiene su forma particular de ocurrir y no son más que improbabilidades altas cumplidas.
Por ejemplo: La probabilidad de sacarse la lotería es mucho menor que la de morir en camino a cobrar el billete. Sin embargo alguien la ha ganado, mucha gente de hecho, y no existe ninguna participación en del destino, ni de una fuerza milagrosa. Un hombre que no compre el billete jamás ganará la lotería.
Toda esta ausencia de presencia divina en nuestras vidas me hizo no solo preguntarme sobre la existencia de dios, sino algo que considero más grave aún, suponer que dios podría existir y no interferir en lo más mínimo en nuestras existencias.
Luego lo pensé y me di cuenta que es así, que nuestras vidas siguen su curso como reacciones a nuestras acciones, no hay nada de sorprendente en ello.
El debate por otro lado me llevó a otro camino... Si fuera el caso que algo que entendamos por dios si exista, pero que no interfiera en nuestra existencia, la pregunta sería imposible de responder.

Esto me llevó a entrar en el campo del agnosticismo.
Si Dios existe, nadie en el mundo tiene forma de comprobarlo, más sin embargo  y como punto a favor de los religiosos, tampoco existe una forma de comprobar que un ser supremo que maneja y sabe todo no exista en un plano diferente al nuestro. Es algo que va más allá de la física, metafísica y métodos científicos con los que podamos contar en la actualidad.
Hay que aclarar, hay un punto que las personas religiosas no contemplan, y es que si esta interacción humana-deidad jamás se ha dado de forma comprobada. Lo cual quiere decir, que bien podría ser que sea meramente una creación humana, lo cual, a falta de comprobación no descarta la existencia de algo más allá de la muerte.

De hecho, si existiese algo cercano o parecido a una entidad sobrenatural que gobierna el cosmos de forma consciente o inconsciente. es quizás una infinidad de veces seguro, que está muy pero muy lejos de ser algo cercano a lo que conocemos por un dios en la tierra.

Al final, cada persona es libre de sacar sus propias conclusiones, lo importante es vivir la vida, exista un dios o no al final de ella, vivirla como si no lo existiera. Puesto que si no existe posiblemente hayas desperdiciado tu oportunidad única de ser algo en el universo. Si dios no existe, no habrá más momento más importante, ni hermoso, ni valioso, que este que vives justo en este preciso instante.

Y si lo hay, seguro un ser supremo no crearía cruelmente a alguien si mientras es omnisciente y conoce todos los posibles caminos supiera que existiera una perdición devastadora para él. Es absurdo, ilógico, como decir que los aliens serían más brutos que nosotros aún si pudieran viajar millones de años luz para vernos. Estoy seguro que es más fácil que un ateo con una vida íntegra y de respeto por los demás pueda entrar a un cielo si existiera, que un pastor que se lucra de la necesidad y fe de las personas, o de un religioso corrupto y mentiroso que vive bajo el manto de su dios pero por dentro resguarda al peor de los demonios: El ser humano.

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